
Veamos en esta nueva entrega por donde han ido las lecturas del canto 3, acompañados, como Telémaco, por Atenea.
¡Que lo disfrutéis con nosotros!
CANTO III DE LA ODISEA
«Nueve asientos había, y en cada uno estaban sentados quinientos hombres, y se sacrificaban nueve toros.»
Od.3.8 (Miriam Núñez)
«Escúchame, Poseidón, tu que abrazas la tierra.»
Od.3.55 (Sergio Tinaquero)
«Por esta causa llego ahora suplicante a tus rodillas, por si quisieras referirme la triste perdición de aquél, si en alguna parte lo viste con tus propios ojos, o si oíste el relato de algún otro viajero.»
Od.3.92-94. (Yadira Álvarez)
«Le suplicábamos al dios que mostrara un prodigio. Entonces él nos manifestó y nos indicó que cruzáramos por el medio del mar hasta Eubea, a fin de que por el camino más rápido huyéramos de la catástrofe.»
Od.3.173-175 (Andrea Croitoru)
«¡Ojalá así decidiera quererte y se cuidara de ti en su ánimo!»
Od.3.223 (Alejandro Martín)
«Has hablado, ¡Oh, anciano!, muy discretamente. Mas debéis cortar las lenguas y mezclar el vino, a fin de hacer libaciones a Poseidón y a los demás inmortales. Después nos iremos a nuestros lechos, pues es hora de dormir, que ya la luz bajó tras el horizonte, y no debemos continuar más tiempo en el banquete de los Dioses, sino recogernos»
Od.3.331-336 (Rosángela Reyes)
«Se hundía el sol y se ensombrecían todas las sendas.»
Od.3.497 (Sandra del Olmo)
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