Despedida de Héctor y Andrómaca (?), placa de bronce, Museo de Olimpia. |
«"Y alguna vez quizá diga alguien al verte derramar lágrimas:
'Esta es la mujer de Héctor, el que descollaba en la lucha sobre
los troyanos, domadores de caballos, cuando se batían por Ilio.'
Así dirá alguien alguna vez, y tú sentirás un renovado
dolor por la falta del marido que te proteja del día de la esclavitud.
Mas ojalá que un montón de tierra me oculte, ya muerto,
antes de oír tu grito y ver cómo te arrastran."
Tras hablar así, el preclaro Héctor se estiró hacia su hijo.
Y el niño hacia el regazo de la nodriza, de bello ceñidor,
retrocedió con un grito, asustado del aspecto de su padre.
Lo intimidaron el bronce y el penacho de crines de caballo,
al verlo oscilar temiblemente desde la cima del casco.
Y se echó a reír su padre, y también su augusta madre.
Entonces el esclarecido Héctor se quitó el casco de la cabeza
y lo depositó resplandeciente, sobre el suelo.»
(Il.6.459-473, Trad. E. Crespo)
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